miércoles, 5 de septiembre de 2007

la banda del Tetillas

Eran las doce del mediodía ,de un martes invernal y con mucho frío , y allí estababn los de siempre, el Tetillas, el Cacerolo y el Isidoro , mascando cacahuetes y pistachos turcos, salpicados por enormes enormes birras ,servidas en jarras con empuñaduras de cobre que esparramaban espumas sobre una mesa de cochambre , vestida de mármol viejo ,y cuarteado, en un bar de mala muerte que rezaba al público como” el chamizo “,cuyo titular y excluso camarero era un tal ,llamado el Tarango, sujeto mal encarado, sucio , de baja y mordida palabra , de largo mostacho y enjaetado de mala hostia ,por asco de pisar sucia vida y alpargata miserable, y más por la presencia y okupa de espacios de estos pringaos y otros más que por allí asomaban la jeta y refugiaban , y que recientemente habían grafiteado las paredes de la taberna con alegorías de que aquel Tarango era un cabrón ,hijo de puta y mamón, y luego apedrear las puertas con arrojamientos de escombros ,y machacar con bates y herrajes las cuatro cristaleras y ventanales , que rompieron hasta hacerlas añicos, mediando destrozos de máquinas tragaperras, acojonándose el tabernero después de la mordida ,sin saber qué hacer ,resolviendo aguantar las ferias y carcajadas de la canalla , sin saltar al ruedo, por si las moscas se volvían avispas .

Al poco tiempo asomaría la babilla por las jambas de la puerta el Peseta ,quinquillero de tronío ,un sabelotodo y monosabio , de largo recorrido por sus antecedentes, cargado de una cuarentona de años, tras pagar en la trena más de veinte por chorizo contagioso ,que lo hacía a todo ,desde el timo horizontal a la sirla redonda, y que actuaba en soledad cuando enfermaba , y en compadreo cuando convenía, según los casos, muy afanado en construir camadas de pandilleros y lucir con bandidos de renombre, algunos de ellos, sobresalidos en la prensa y otros, entresalidos ,muy celebrados en tertulias radiofónicas, de los que guardaba recortes y cassetes para mostrar en chácharas de colegas ,muy del gusto de todos ,por concurrir sentimientos de historias compartidas, que hacían a la risa y más de las veces a retortijoneras.
El Peseta ejercía cierta tutoría, sin pretenderlo, sobre aquéllos difíciles , ilustrando con sus largas cuentas de calle y de rejas sobadas de lo que había que saber en el oficio , y muy especialmente sobre lo que se debía evitar para no ser un matao.


Isidoro , el más enchulado de la banda del Tetillas ,sabiéndose makeado y de tiros largos se acercaría con respeto al Peseta para mostrale un reló longines ,al parecer de oro, y sacar algo de guita para hacerse movidas con los suyos .El Peseta ,apartaría los vidrios , y observaría con detenimiento a aquel larguirucho,con surco marcado de largo tiempo en la mejilla, señalado por colega pendenciero que retribuía chivatazo o tributo de traición ,y preguntarle al tiempo –qué quieres por este peluco hijo de puta , y no me salgas con mariconadas que estoy encabronado ..Isidoro contestaría que le diera lo que viniera en gana y hecho .Recibió veinte euros.

El Peseta ,por costumbre, tomaba un carajillo pasada la media mañana , y ocupaba por costumbre mesa arrinconada ,inmediata a la ventana de la acera y a la calle del bar del Tarango, que todos respetaban ,singularmente a las horas del Angelus , momento en el que pasaba la canalla ,en señal de respeto , al objeto de entregarle guitas y astillas que le correspondiera por asuntos facturados por él ,a la par que receptaba lo sustraido , lugar donde se trajinaban relojes, pulseras, máquinas fotográficas, y más allá ,en lugar recóndito del bar ,próximo a los urinarios , muebles, televisores, cuadros, piezas de vajilla; y en la calle, depósito de coches ,de varias marcas ,todos con sus puentes, dispuestos para ser lanzados al trompo o venta en mercados extranjeros, intermediando otros quinquis conocidos y respetados.(CONTINUARÁ)

martes, 4 de septiembre de 2007

la banda del Tetilla

Andrés Clemente Jimenez , alias el Tetillas ,hijo de Rafael y Andrea, nacido en Madrid el 10 de julio de 1963, uno de los delincuentes juveniles más peligroso en la década de los setenta del pasado siglo , con el que trabé compañía ,tras conocerle en un Centro de tratamiento de Difíciles ,y luego e instituciones penitenciarias , relación que mantuve, a distancia, hasta poco antes de de morir , a la edad de cuarenta años , y ser conocido , a través de los medios de comunicación en calidad de presidente de presos en lucha en las cárceles.
Desde un principio me sorprendió , a sus diecieseis años, su verborrea y manera especial de comunicar, fenómeno extraño entre los delincuentes juveniles. Toda su fuerza estaba en su boca, en su palabra , razón por la que gesticulaba de manera sobrada risorios , labios , mostrando dentadura blanca y encías rosáceas.Siempre dominaba su conversa y parlamento . El era un extraño en su mundo , sólo el Tetillas hablaba.Los demas poermanecían en el silencio, porque la delincuencia juvenil es muda, no sorda.Oyen todo y estánm al loro.Tetillas entrenía con sus sucedidos , fantasías y hazañas a sus iguales ,asumiéndose como uno de los más cualificados difíciles , y dirigéndose hacia mí , decía de continuo, :"sabes , Antón, algún día escribirás sobre mí t contarás a todos cque yo no hago más que bnuscar a la ,uerte ". ¿delirio?, ¿paranoia? (continuará)